Cuando hablamos de animación, hay ciertos estudios que inevitablemente llegan a nuestra mente: por supuesto, tenemos a gigantes como Disney, Pixar y Dreamworks e incluso a Netflix Animation que poco a poco se ha ido ganando su lugar en la industria. Sin embargo, tampoco podemos dejar de mencionar a Studio Ghibli, el referente máximo en cuanto al anime y uno de los principales exponentes de la animación tradicional en el mundo. Muchos conocemos sus obras así como el legado de uno de sus fundadores, Hayao Miyazaki. Pero alguna vez te has preguntado, ¿cómo es trabajar en Studio Ghibli?
A pesar de que la producción de una película animada suele seguir relativamente el mismo proceso en cualquier estudio de animación, lo cierto es que cada uno tiene un pipeline que puede ser diferente en ciertos aspectos. Por otro lado, es fácil imaginar que debido a las diferencias culturales pueda resultar aún más diferente cuando se trata de un estudio de anime. ¿Cómo sería la experiencia de ser el único occidental y trabajar en Studio Ghibli? Esto es precisamente lo que Steve Alpert nos explica, ya que él pasó 15 años trabajando en Studio Ghibli al lado de Miyazaki y los demás artistas del estudio. Por ejemplo, él fue responsable de traer grandes éxitos como La Princesa Mononoke y El Viaje de Chihiro a territorios internacionales, ayudando a su distribución fuera de Japón.
“Básicamente, siendo un extranjero viviendo en Japón, era la persona responsable de explicar lo que era el anime y la cultura japonesa a todos aquellos que no entendían nada al respecto, como por ejemplo, ejecutivos e inversionistas de Hollywood”. – Steve Alpert, quien recuenta su experiencia de trabajar en Studio Ghibli durante 15 años.
En sus palabras, Alpert describe a Studio Ghibli como una comunidad donde todos juntos se esforzaban en alcanzar la excelencia artística y por supuesto, Hayao Miyazaki poseía total control creativo. Debido al genio y habilidad de Miyazaki, esto contribuyó a la gran lista de éxitos producidos por Studio Ghibli. Sin embargo, Alpert también admite que en ocasiones provocaba estrés en el resto del equipo ya que al parecer Miyazaki tiene la costumbre de esperar hasta el último minuto para escribir los finales para sus historias.
“Las personas creativas no siempre siguen el mismo camino establecido por todos los demás. Y Miyazaki tiene un proceso creativo muy particular, el cual dudo que alguien más pudiera replicar o siquiera intentar. No obstante, funcionaba estupendamente para él”. – Steve Alpert.
Como el único hablante nativo de inglés en Studio Ghibli, Alpert también era el encargado de actuar como agente de prensa. En particular recuerda una ocasión donde un reportero del New York Times insistía en hablar con Miyazaki para una entrevista a como diera lugar. Sin embargo, Miyazaki ni siquiera se encontraba en el país en ese momento, por lo que Alpert tuvo que revisar calendarios y agendar la cita, ya que el reportero estaba dispuesto a viajar a Japón con tal de llevar a cabo su entrevista.
Al trabajar en Studio Ghibli, Alpert también fue responsable de viajar y negociar con diversos autores para adaptar sus libros de fantasía en películas animadas. Por ejemplo, tenemos el caso de Diana Wynne Jones y Ursula K Le Guin, cuyas obras inspiraron las cintas de El Castillo Vagabundo y Cuentos de Terramar respectivamente. Alpert también trabajó junto a Neil Gaiman para adaptar el guión de La Princesa Mononoke al inglés.
“Cuando se hizo el doblaje de La Princesa Mononoke con Miramax, ellos habían contratado a Neil Gaiman para llevar a cabo la adaptación del guión. A partir de ese momento Gaiman y yo nos enfrentamos en repetidas ocasiones contra los ejecutivos de Miramax, pues ellos querían cambiar diversos aspectos de la historia. Por otro lado, Neil respetaba el material original y quería mantener las ideas centrales tal como fueron pensadas por los creadores de la película”. – Steve Alpert.